En arquitectura, el término rehabilitar se entiende como el conjunto de técnicas e intervenciones aplicables a un edificio para su recuperación y reutilización. Cuando hablamos de rehabilitación estamos hablando de respeto y responsabilidad. Respeto por una ciudad construida, que habla de su historia y refleja el esfuerzo de nuestros predecesores. Responsabilidad para con la herencia recibida y hacia las generaciones futuras. La rehabilitación se convierte en un instrumento para conservar la historia, preservar la memoria y proteger el paisaje que dibujó el parque edificado. Rehabilitar un edificio es renovarlo, actualizarlo, adaptarlo a las funcionalidades presentes y futuras que, con toda seguridad, serán diferentes a aquellas para las que fue inicialmente diseñado, pero ofreciendo las mismas prestaciones a todos los niveles como si de un edificio nuevo se tratara. En ese sentido, el punto de inicio es un edificio ya existente, que requiere de un análisis preciso, profundo y exhaustivo, la diagnosis, para definir y detallar sus características, incluso aquellas menos evidentes, su singularidad, que permitan proyectar en consecuencia su rehabilitación y dotarlo de otra vida útil para que siga prestando servicio a la sociedad con todas las garantías. Toda actuación que se realiza en un edificio, se debe a la esencia propia del mismo y por ese motivo no debe ser transformado sin una reflexión profunda de las afectaciones, a todos los niveles, que esas intervenciones suponen en dicha construcción. La experiencia profesional de 42 años nos permite confirmar que los sistemas prefabricados de concreto pueden actuar como una solución a una rehabilitación del inmueble no solo en sus losas , si no también, estructuralmente. La rehabilitación ve incrementado su potencial de desarrollo considerando que es la técnica más sostenible y menos agresiva y, por tanto, la más respetuosa con el medio natural, para crear espacios arquitectónicos. Cuando se rehabilita un edificio, aprovechamos gran parte de la obra principal ejecutada en otro momento, se aprovecha la masa de materiales existentes, las fachadas, los forjados, los muros principales; no así las instalaciones, acabados y muchas veces tampoco distribuciones ni funcionalidades. Y lo que sí se conserva y rehabilita casi siempre al 100%, para dar un nuevo ciclo de vida completo al edificio, es la estructura. La certificación en los productos y tecnologías de la construcción no sólo es obligatoria en un sentido legal y normativo, sino que es muy necesaria e imprescindible para trabajar con confianza y tranquilidad profesional. La certificación sólo se puede entender desde un organismo o institución de prestigio, independiente y autónomo, que pueda invertir tiempo en su estudio y validación y corrobore que un producto cumple o no con los estándares de calidad que se le exigen para ser utilizados con garantía y solvencia. De esta forma PREMEX cuenta con las certificaciones necesarias para llevar a cabo rehabilitaciones de edificios históricos. |